Desde el cómodo sillón

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Actualmente vivimos en una sociedad que parece que avanza más rápido que nosotros, cada mes “el mes se pasa volando” y cada año “el año se fue sin darnos cuenta”. Poco a poco va teniendo más sentido la frase que escuchamos tantas veces desde que éramos niños… “EL TIEMPO ES ORO”.

Hay semanas que nos movemos tan de prisa y estamos tan metidos en la monotonía que dejamos de lado lo verdaderamente importante y es así como todo lo cotidiano empieza a perder sentido. No nos sentimos agradecidos por lo esencial, empezando por un día más de vida, por nuestro desayuno, por despertarnos en una cama, por tener un lugar a dónde llegar al final de cada día, por la familia que tenemos, por nuestros amigos y por miles de cosas buenas que sin querer no les damos el valor que se merecen.

Photo: Google

Por eso es bueno hacer un alto de vez en cuando para salir de la rutina y poder darnos un tiempo para analizar cómo nos está yendo en todos los aspectos de nuestra vida. Así nos daremos cuenta de qué estamos haciendo bien y qué nos gustaría cambiar para poder lograr nuestros objetivos personales y profesionales.

No esperemos que sean los demás quiénes nos escriban y nos busquen para hacer algo, no esperemos sentados a que nos lleguen propuestas de un trabajo que realmente nos apasione o bajar los kilos que queremos sin hacer nada, no esperemos que nuestra familia de todo por nosotros sin retribuir sus buenas acciones, seamos nosotros mismos quiénes les demos el valor a lo y los que nos rodean. Ya que si no lo hacemos, terminaremos haciéndonos las mismas promesas de siempre, como el lunes empiezo la dieta, los domingos los paso en familia y los sábados con amigos, buscaré una chamba que me guste y así diferentes cosas que sabemos que no vamos a cumplir, porque en cierto modo estamos sentados en un sillón tan cómodo en el que pensamos que tenemos todo lo que necesitamos, pero no nos arriesgamos a pararnos y buscar algo mejor.

Démonos un tiempo para pensar en todo lo bueno que tenemos, no sólo lo material, sino también las personas que nos rodean, pues si bien todos trabajamos con esfuerzo y dedicación para lograr nuestras metas, muchas veces nos olvidamos de disfrutar el camino y de agradecer por quienes están a nuestro lado y valorarlos dándoles nuestro tiempo, de agradecer por las oportunidades, por las cosas, por las puertas abiertas y por las cerradas, que al fin y al cabo todo eso es lo que nos dirige hacia donde queremos llegar.

No pasemos por alto los detalles, que al final la vida está hecha de miles de ellos.

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Escribo en secreto y colecciono shots. Creo en la magia de los libros, el vicio de Netflix y el poder la música. Amo las conversaciones eternas y las manualidades. Tengo la teoría que los huariques solo son ricos mientras no sean mainstream.

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