Dog Balance by Majo Rivera

¿Tienen un perro travieso en casa? ¿Ya es mayor y creen que no hay solución? ¿Tienen un caso perdido? ¿Ustedes pasean a su perro o él las pasea a ustedes? ¿Han probado entrenadores y no han tenido buenos resultados? ¿Están en busca de alguno? Si se identifican con alguna de estas preguntas, en este post van a encontrar muchas respuestas y la solución a todos sus problemas.

Hace tres años Sammy, mi labrador, llegó a mi casa. Era un perrito chiquito y travieso de dos meses que solo quería jugar y que le hagan cariño. Cada mes iba creciendo rápidamente y no solo en tamaño, también sus travesuras eran más grandes.

Me habían dicho que esta raza era así. Ya estaba cansada de escuchar “¿tienes un labrador? ¡Prepárate para que te destroce toda la casa!”. Y traté de ignorar estos comentarios porque creía que esas personas no habían sabido criar a sus perros y que yo lo iba a hacer de la mejor manera. “Nadie te enseña a ser mamá”, también lo había escuchado, así que “ser mamá de un perro, no será tan difícil”, pensé.  ¡Qué equivocada estaba! Solo pude enseñarle a sentarse y no hacer sus “necesidades” dentro de la casa.

Todo lo que me dijeron fue verdad. Si Sammy estaba adentro de la casa corría como loco, se subía a los sillones blancos, botaba las cosas y quería jugar saltando. Además, si llegaba alguien a la casa, su forma de saludar era saltar encima de la persona, sin mala intención, solo queriendo jugar. Si entraba a la cocina, ponía las patas sobre la mesa, cogía un pan o una fruta y corría. Después de todo esto tuvimos que tomar la decisión que no durmiera dentro de la casa, sino afuera, en el patio, pero en la zona cerrada. Le compramos una casita de madera, la llenamos de mantitas para que esté bien abrigado y  fue la solución.

Me moría de pena, pero esto hizo que nos alejemos de Sammy cada vez más porque cuando tratábamos de hacerlo más parte de la familia, siempre terminaba destrozando algo en la casa o haciendo una travesura nueva.

Al comienzo mis papás y yo nos turnábamos en sacarlo a pasear. Después de un tiempo, mi mamá dijo “nunca más lo vuelvo a sacar”, después de un accidente que hizo que terminara en el piso porque Sammy la jaló tan fuerte que la tumbó. Así que nos comenzamos a turnar las salidas de Sammy solo mi papá y yo. No podría decir que nosotros lo sacábamos a paser, era Sammy el que nos paseaba a nosotros. Los labradores tienen tanta fuerza que ni mi papá ni yo podíamos evitar que nos jalara tanto. Siempre terminábamos con dolor en el brazo derecho o con la mano raspada. ¡Era de locos!

Nos dijeron “a los dos años va a madurar y va a cambiar”. Cumplió dos y no cambió, contratamos a un entrenador que solo trabajaba con Sammy y sí le hacía caso a él, pero no a mi. Le enseñó un par de trucos básicos, pero su comportamiento era el mismo. No mejoró su ansiedad, ni dejó de jalarme, ni de saltar a la gente, ni de hacer las mismas travesuras en la casa. En resumen, no tuvimos mejora alguna. Luego probamos con uno más, pero tampoco funcionó.

Cuando Sammy estaba por cumplir tres años quise llamar a otro entrenador, pero mis papás ya no quisieron porque no creían en ellos después de haber probado dos veces y no obtener resultados positivos.

No sabía qué hacer, no quería rendirme, sabía que podíamos solucionarlo, solo teníamos que encontrar a la persona indicada. “¿Por qué Cesar Milán, el encantador de perros, no vive en Lima?”, le decía a Sebas una y otra vez desesperada. Habíamos visto su programa un par de veces y la magia que hacía con casos perdidos aún más graves que el de Sammy.

De pronto se me ocurrió utilizar mi cuenta de Facebook personal para escribir este status “Alguien tiene el dato de un buen entrenador para perros que sea casi como César Milán? Porfaa estamos desesperados! Gracias!!! <3” Me respondieron muchos amigos por ahí y otros por inbox, recomendándome a sus entrenadores. Llamé a varios de ellos, hasta que leí el menaje de una amiga que me recomendó a Majo Rivera de Dog Balance. Me dijo “tienes que llamarla, ella a estudiado con Cesar Milán, es una capa”. Cuando leí esto no dudé en contactarme con ella y empezar lo antes posible.

¡Llegó Majo!

Me acuerdo que lo primero que hizo al entrar a mi casa fue “suéltalo, quiero verlo en acción” y vimos juntas todas sus locuras. Después conversamos un poco, le conté toda la historia que leyeron arriba y salimos a caminar con Sammy. Me dijo que ese primer día iba a lograr poder pasearlo sin que me jale. En verdad me parecía imposible, pero íbamos a estar dos horas juntas y pensé que en el mejor de los casos al final había una mejora. Y, ¿qué creen? En menos de 10 minutos ya estaba paseando a Sammy yo solita, él a mi costado, yendo a mi ritmo. Hasta mi mamá intentó y le encantó, pudo pasearlo sin ningún problema y no podíamos creerlo. Fue un avance enorme para nosotras y estábamos felices. En una sola clase ya éramos casi unas expertas.

En las siguientes clases pulimos algunos detalles sobre el paseo y solucionamos todos los problemas que les conté sobre Sammy. Además, aprendí cómo soltarlo y que me obedezca cuando lo llamo con un “ven”. Para mi esto era algo que nunca iba a poder hacer. Siempre lo llamaba y no me hacía caso, me ignoraba. Si me acercaba para ponerle la correa se iba corriendo, como jugando. Es por eso que no solía soltarlo. Ahora lo hago siempre y me encanta porque siento que así es más libre.

 Esta es la forma adecuada de utilizar la correa. Antes yo usaba una de metal, pero después de probar esta, ya abandoné la otra. Es lo máximo esta correa se las recomiendo 100% y pueden tener más control sobre su gordo. 

Mi vida con Sammy ha cambiado tanto y no puedo estar más feliz. Todo esto se lo debo a Majo, en verdad tiene una forma tan profesional de trabajar y diferente a los clásicos entrenadores de perros. Majo es una especialista en conducta canina y no solo trabaja con los perros, también con los dueños, es por eso que vemos tan buenos resultados.

 No suelo escribir posts tan largos, pero este es uno especial. Quería contarles toda mi experiencia y el cambio tan grande que ha habido en Sammy. Si tienen algún problema similar, tienen que contactarse con Majo, es realmente una trome.

Después de unos dos meses con ella, le conté un poco más sobre el blog y me dijo que quería regalarles un 10% en la primera sesión a todas ustedes. Solo tienen que decir que le escriben de parte de Cinnamon Style.

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