Tiempo de festival: los mejores y más excéntricos del mundo

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Desde las psicodélicas pelucas sesenteras hasta el día de hoy, los festivales de música han recorrido un largo y diverso camino. Alrededor del mundo personas de todas las edades se congregan anualmente por una misma pasión: la música, la diversión y todo lo que este ambiente lleno de luces, efectos especiales, escenografía y los mismos asistentes pueden ofrecer. Es una experiencia digna de vivir y, por qué no, mucho más de una vez. Solo se trata de empezar por el que más te guste.

Latitude

Inaugurado en el 2006, Latitude se organiza en la tranquilidad de la ciudad de Southwold (Reino Unido), junto al lago. Su temática con influencias hippies deleitan a sus asistentes con ovejas teñidas de siete colores diferentes, carpas psicodélicas por doquier, indumentaria mágica, luces de colores y activaciones que te transportan solo a la entrada de lo que es el famoso País de las Maravillas (o Wonderland, si te quieres poner nice). Este año tendrá lugar entre el 12 y 15 de julio. Tres días, como debe ser, como Dios manda.

Foto: Difusión
Foto: Difusión

Exit Festival

Iniciado el 2000 como una protesta estudiantil para lograr una mayor democracia en Serbia, Exit es hoy por hoy un evento que reúne más de dos millones de personas de más de 60 países del mundo. No por nada tiene 16 escenarios funcionando en paralelo donde la locura se halla en cada metro cuadrado del recinto. Y como para bajarle un poco a las revoluciones, cuenta con zonas deportivas para descansar y demás. Este año, al igual que Latitude, será entre el 12 y 15 de julio.

Foto: Difusión

Dimensions 

Situado en nada más y nada menos que en la histórica ciudad de Pula (Croacia), Dimensions respira música under, pero -al menos para mí- la mejor parte es que se lleva a cabo en fortalezas y construcciones de datan del siglo XIV. ¿Más explicito? Bueno, te hablo de mazmorras, patios de baile de antaño, fosas y cosas por el estilo.

Como se sitúa justo a la orilla de la costa, siempre está la posibilidad de relajar motores y calmar las aguas de festival descansando un rato. Pero por no tanto, porque a tan solo unos metros de la arena hay variedad de yates y botes reventando en fiesta. La juerga empieza el 29 de agosto y va hasta el 2 de septiembre. Cinco días, sí, fuerte.

Foto: Difusión
Foto: Difusión

Meadows in the Mountains

Una locura ecológica. Es una injusta forma de llamarlo, porque le queda corto. Meadows in the Mountains es un festival para conectarse con la naturaleza al son del jazz, funk, alternativo y música disco. Se organiza en la cordillera de Ródope, en Bulgaria. Sí, así de exótico. El compromiso con la naturaleza es real. El evento se lleva a cabo con chozas de madera, instalaciones artísticas en las plantas y escenarios en medio del bosque local. ¿Sobre la vista del spot? Es mejor que la veas tú mismo.

Foto: Difusión
Foto: Difusión

Coachella

Más allá de los lujos en campos de golf y modernas casas de millones de dólares en el corazón de California, se encuentra Indio, el nuevo centro de esparcimiento que alberga a Coachella, el festival líder en la industria, quien marca las pautas en nuevas tendencias y el evento preferido por excelencia por bloggers e influencers de todo el mundo. Diseñado para acampar en el mismo lugar, a diferencia de la mayoría de festivales urbanos de EE.UU., la cosa se pone sería bajo el sol del desierto californiano. Pero se pone aún mejor cuando empieza a esconderse tras las montañas de San Jacinto. El evento tiene tal magnitud que se ve dividido en dos fines de semana al año. El 2018 fue entre el 13 y 22 de abril.

Foto: Difusión

Foto: Difusión

Glastonbury Festival

El festival rey de las artes escénicas tiene locación cerca a Pilton (Inglaterra). Conocido por su música contemporánea y su danza, teatro, circo, cabaret y otras formas. Este año se llevará a cabo al aire libre entre el 26 y 30 de junio y se prevé que asistan unas 160 mil personas. El “Glasto” se caracteriza por sus carpas medievales, caravanas y autocaravanas, dándole al evento aires que no se encuentran en ningún otro alrededor del mundo.

Foto: Difusión

Lollapalooza

Aclamada y cercana locura. Lollapalooza se organiza anualmente en diferentes países del mundo. En Latinoamérica se organiza solo en tres países: Chile, Brasil y Argentina. Su vibra contiene un poco de todo. Electro, rock, indie, pop, heavy metal, hip hop, punk rock y hasta artistas infantiles. Y es que en realidad, Lollapalooza es un plan para toda la familia. El pasado 16, 17 y 18 de marzo se llevó a cabo en Santiago (Chile). Tuve la oportunidad de estar ahí, saltando y gritando, junto a personas de todas las edades. Desde niños hasta jóvenes y no tan jóvenes. Es que quizá se trate de eso, de integrar públicos en vez de segmentarlos. Sea como sea, Lollapalooza es un clásico infaltable de la lista.

Foto: Ramiro González
Foto: Difusión

Tomorrowland

Clásico de clásicos. Tomorrowland es un festival originalmente europeo (Bélgica) de música electrónica. Su primera edición se celebró en el 2005 y se calcula que cada año asisten casi 6 millones de personas de más de 200 nacionalidades diferentes. Coronado como uno de los más importantes del mundo, el evento simula ubicarte en medio de un cuento de hadas y cuenta con un camping a las afueras del recinto llamado DreamVille para aquellos que desean vivir la experiencia completa. Las opciones van desde armar tu propia carpa hasta la posibilidad de una mansión para cierto número de personas. Como para los antojados, la entrada a DreamVille ofrece la asistencia a The Gathering, una fiesta previa al festival organizada desde el mediodía anterior y donde se presentan DJs reconocidos que luego se presentarán en Tomorrowland. Este año será entre el 20 y 29 de julio.

Foto: Difusión
Foto: DreamVille

 

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A mi dame un poco de música, un buen spot y si hay un sunset por ahí, mucho mejor. Si a la situación le agrego mi slackline y buena compañía, no necesito más. Me gustan las historias, pero las reales, las de carne y hueso. Esas que te hacen vibrar. Me gusta la fotografía. Soy fan de aquellas fotos que merecen guardarse para siempre, pero en la mejor cámara: la memoria. También me gustan los retos, esos que asustan, pero más que susto, motivan. Ah, claro, y casi me olvido de lo más importante: soy chileno, obvio; con sangre peruana, por supuesto.