Un destino un poco fuera de lo normal, diferente y enriquecedor, fue Puno. Tenía unas ganas increíbles de ir, por lo que apenas vi un tiempo libre, compré mi pasaje y me lancé a la aventura. Sabía un poco de lo que se podía hacer y conocer en Puno, pero no me imaginaba lo que se venía.
Información vital: Puno está a casi 4000 msnm. Así que como siempre, recomiendo lleven uno o varios SorochePill, tómenlo desde el avión cuando ya van de camino y llegando tomen un buen mate de coca para evitar el mal rato. Créanme, se ahorrarán un malestar maldito, sobre todo si tienes los días contados para hacer todo lo que te provoca.
El primer paseo que hice llegando fue a las Chullpas de Sullastani, a una hora del centro de Puno. El recorrido dura medio día por lo que es perfecto cuando acabas de llegar pues te vas aclimatando con una pequeña caminata. Las Chullpas fueron torres funerarias construidas por los incas con piedras de los alrededores y tienen como característica especial que su diámetro en la parte superior es mayor que el de la base. Los paisajes son espectaculares y te permiten ver la Laguna de Umayo en todo su esplendor.
Después de un día tranquilo toca iniciar la aventura en el majestuoso lago Titicaca. Es hora de sumergirse dentro de él por dos días y vivir como lo hacen las comunidades nativas en una de sus islas naturales.
Como es de costumbre al comenzar la visita al Titicaca, se realiza una parada en las mágicas y enigmáticas islas flotantes de los Uros. A mí me tocó conocer la Isla Purimita, donde los habitantes nos recibieron con brazos abiertos y con una gran sonrisa. Estas islas son increíbles, hechas de totora seca que permite que estén a flote. Los habitantes cuentan un poco de cómo se construyen y que duran aproximadamente entre 8 y 10 años. Su forma de vida en ellas es mediante a la pesca y el consumo de la totora misma. Con el tiempo, estas islas han ido tornándose cada vez más turísticas, por lo que puedes hacer un pequeño paseo en un barco de totora y comprar un lindo souvenir hecho en la isla.
Siguiendo la aventura en este lago tan inmenso que parece un mar, toca hacer un camino en bote de más de 3 horas hasta la isla natural de Amantaní, donde me quedé a dormir una noche. Ésta es la tercera isla natural más grande del lago, en ella habita una comunidad vegetariana que consume sólo los productos que se cultivan en sus tierras. La señora Anselma fue quien abrió las puertas de su casa para brindarme hospedaje y comida, y llevarme alrededor de la isla para conocer. No tienen idea lo increíble que es pasar una noche en esta isla, no solo te desconectas totalmente de la tecnología (no hay enchufes ni mucha luz), sino que entras en contacto con una cultura distinta que te muestra sus costumbres, bailes, comidas y conocimiento. Esa noche todos los habitantes que abrieron sus puertas al turismo, hicieron una pequeña fiesta para mostrarnos su música y sus danzas. Y déjenme decirles que correr o bailar a 4000 msnm es bien difícil, ¡pero ellos lo hacen con facilidad!
Después de todo un intercambio cultural, y una experiencia super diferente, tocaba ir al siguiente destino: la isla de Taquile a unas 2 horas y media en bote desde Amantaní. Esta isla es la segunda más grande de todo el lago, donde creo que es importante mencionar que esos “20 minutos en subida” para un local, son más como unos 45 minutos de agitación y cansancio para un turista. En lo más alto de la isla está la plaza de armas, desde donde se puede apreciar la inmensidad del Lago Titicaca, uno de los mejores paisajes que he visto en mi vida. ¡¡Les juro que pensé que estaba en el mar!!
Una vez de regreso a Puno, habiéndome llenado de nuevo conocimiento e indescriptibles experiencias, me tocó conocer bien la ciudad. Era mi último día, así que aproveche para conocer la plaza de armas, caminar por la famosa calle Lima, ir al mercado artesanal a comprar un rico queso para traer de vuelta a Lima, y de paso, ir a almorzar al lindo restaurante del Hotel Libertador a la orilla del lago.
Puno es una ciudad hermosa, y ni que decir del Lago Titicaca, por lo que se los recomiendo al máximo. Agarra una chaqueta, una mochila pequeña y vive algo distinto, ¡vale la pena!
**Solo para los juergueros, cabe decir que les recomiendo el bar Pacha Mixology donde pueden tomar unos tragos bien extravagantes.
Hola, dime mas o menos cuanto te costó la visita a Puno y si es un lugar seguro y que recomiendas llevar en la mochila (tipo de ropa, zapatos, bolsos, etc)
Gracias.
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