Hawaii: destino insuperable

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Hace algunos años, digo algunos porque no me acuerdo exactamente hace cuántos, recibí una llamada telefónica por parte de mi hermano mayor. Yo estaba en Miami y él acababa de llegar a Lima de su intercambio de la universidad. En esa llamada me hizo una pregunta, que para serles sincera no esperaba escuchar: “¿quieres ir a Hawaii conmigo?” Cualquiera pensaría que mi respuesta inmediata fue SÍ, pero no. Me quedé callada como cuatro minutos y solo respondí: “¿Es en serio?” me pareció increíble la propuesta.

En menos de 24 horas ya estábamos reunidos en el aeropuerto, cada uno más nervioso que el otro pues nunca habíamos viajado los dos solos.

Hawaii es un archipiélago conformado por ocho hermosas islas y es también uno de los 50 estados de Estados Unidos. En esa oportunidad fuimos a Kauai, lugar donde han filmado muchísimas películas que de seguro conocen, como Jurassic Park, Godzilla, Piratas del Caribe, Soul Surfer, entre otras.

Aterrizamos de noche así que no pudimos ver mucho en el camino, pero a la mañana siguiente lo primero que quisimos hacer fue desayunar e ir a la playa. Nos dimos con la gran sorpresa de que este pequeño pueblo estaba lleno de gallos ¡sí GALLOS!. Al principio me puse super nerviosa, pero con el pasar de los días me fui acostumbrando al tema.

Empezamos con un recorrido en bicicleta por todo el malecón de Kealia Beach, pues ese día no estaba muy soleado, es más recuerdo que llovió toda la tarde.

En los siguientes días hicimos varias actividades, primero conocimos la playa de Kealia, ya que el día anterior sólo habíamos estado en el malecón. Es una playa súper linda y familiar, había muchísima gente con sus hijos que llegaban del colegio, algo común para ellos. Como vi la playa tan caribeña pensé que el mar iba a ser calientito, pero no, era frío, nunca tanto como en Lima, pero me costaba entrar. Además rondaba en mi cabeza la idea de los tiburones, lo cual me daba un poco de miedo.

Hicimos un paseo en canoa, en el que caminamos por la “selva” hasta llegar a una cascada de agua demasiado fría, yo no me metí, pero mi hermano sí. Fue un largo día en el que me acuerdo que comí la mejor piña que he comido en toda mi vida.

Hicimos también un paseo por varias playas del North Shore y la verdad nos quedamos impactados con lo lindas que eran, cada una más bonita que la otra, ¡hasta nos daba pena irnos!

Definitivamente ese viaje fue una experiencia inigualable, no solo por las increíbles playas y todos los lugares y personas que conocimos, sino porque fue un viaje de hermanos que nos ayudó mucho a ser más amigos, a confiar ciegamente en el otro y a ayudarnos en todo lo que podamos.

Les recomiendo Hawaii como destino al 100%, creo que ninguna de las islas tiene pierde, aunque Kauai es más pueblerina, más acogedora.

Sé que este no es un destino al cual llegar fácilmente, pero creo que lo más importante de la experiencia fue el compartir tanto con mi hermano. Les recomiendo de todas maneras un viaje de hermanos, a donde sea, ustedes solos, verán que es una experiencia única que los unirá de una manera muy especial por siempre.

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Escribo en secreto y colecciono shots. Creo en la magia de los libros, el vicio de Netflix y el poder la música. Amo las conversaciones eternas y las manualidades. Tengo la teoría que los huariques solo son ricos mientras no sean mainstream.

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